TIPOS DE OBESIDAD Y SUS RIESGOS

¿A qué le llamamos obesidad?

Antes de hablar de tipos de obesidad, o de manzanas y peras (muy saludables, por cierto) deberíamos tener claro qué es la obesidad. Sobre todo porque se habla mucho de ella, pero no creo que tengamos mucha idea de cuando somos obesos y cuando tenemos sobrepeso. Según la Organización Mundial de la Salud, cuando nuestro IMC (indice de masa corporal, que es una forma de medir nuestro peso) está entre 18’5 y 25 estamos en “normopeso” (o el peso normal), si estamos entre 25´1 a 30 tenemos sobrepeso y si el IMC es superior a 30’1 somos obesos.

Ahora podemos definir esta enfermedad que afecta cada día a más personas. La obesidad, es la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo. Se ha convertido en una epidemia en los últimos años. En el mundo desarrollado, el número de personas con sobrepeso crece día a día. Afecta en todas las edades y en ambos sexos. Desde niños, debido a nuestra vida demasiado sedentaria, donde la comida procesada está fácilmente a nuestro alcance, se nos va acumulando grasa en el cuerpo hasta convertirnos en personas con un desorden nutricional llamado obesidad.

Tipos de obesidad y sus riesgos

Cuando vamos por la calle a menudo nos cruzamos con personas gruesas. Algunos tienen grandes caderas y piernas desproporcionadas con respecto a la parte superior del cuerpo; otros tienen un vientre prominente y la parte posterior de su cuerpo tiene acumulaciones marcadas bajo los brazos, ,mientras sus piernas son delgadas y su cadera estrecha. Podemos pensar que si estas grueso, estás grueso, pero no da lo mismo si la grasa se acumula en la cintura o en la cadera. ¿Por qué no es lo mismo? podríamos preguntarnos. Pues todo tiene su lógica.

Se pueden diferenciar los dos tipos principales de obesidad, según la posición de la acumulación de grasa en el cuerpo. Cuando la mayor parte de la grasa se encuentra en la cadera y la zona baja del cuerpo se llama obesidad en manzana y si se acumula en la mitad superior del torso se llama obesidad en pera.

¿Cuál de las dos es más peligrosa?¿Y por qué?

Para el control de la obesidad, se mide el contorno de la cintura y no es aconsejable que supere 102 cm en el caso de los hombres y de 88 en las mujeres. Los profesionales usan esta medida porque son conscientes que cuanta más grasa se tiene en la cintura, más riesgo de enfermedades cardíacas tiene el paciente.

La vida no nos permite decidir cual de las dos obesidades tenemos, es más, estoy segura de que si pudiéramos elegir, no escogeríamos ninguna de las dos.

Como es normal, estos son los nombres populares, pero los profesionales en nutrición le han dado unos nombres técnicos mucho más complicados. Veamos pues como le llanan los especialistas y de paso, os pongo al tanto de sus características y de sus riesgos:

• A la obesidad en manzana se le llama Obesidad abdominal-visceral o androide. La parte superior del cuerpo tiene más grasa. Se acumula en abdomen, cuello, hombros y parte superior de la espalda. Los médicos dicen que tiene alto riesgo de problemas cardio-respiratorios y metabólicos (apnea del sueño, cardiopatías – enfermedades del corazón-, diabetes, arteriosclerosis). El nombre de androide es porque aparece comúnmente en el sexo masculino.
• La obesidad en pera recibe el nombre de Obesidad femoro-glútea o ginoide. La grasa se acumula principalmente en la parte inferior del cuerpo (glúteos, piernas y caderas). Es una obesidad menos peligrosa ya que la grasa se acumula en zonas donde genera menos riesgos al corazón y los pulmones, aunque sigue creando problemas metabólicos como la diabetes. El corazón y los pulmones no se ven presionados por el exceso de grasa corporal. En este caso lo de ginoide es debido se ve más a menudo en mujeres.

Ahora que sabemos lo peligrosa que puede ser una manzana, mirémonos al espejo y sea cual sea nuestra obesidad, pensemos que al final sea de pera o de manzana, nuestra vida y nuestra salud corren un serio riesgo si estamos obesos. No es una cuestión estética, es por nuestro bienestar. La única manera de combatir esta plaga del siglo XXI es enfrentarnos a la vida con un concepto saludable, dejar de lado las comidas hipercalóricas y darle la oportunidad a nuestro cuerpo de tener una vida sana, sin tantos hidratos ni grasas. Hacer deporte para mantenernos en el peso adecuado y vivir la vida, no pensando en comida, sino pensando en nuestros mismos como una máquina que para funcionar correctamente, debe utilizar el combustible adecuado.

CUIDA TU CUERPO PARA SANAR TU MENTE. NO DEJES QUE LA RUTINA ARRUINE TU SALUD