DORADA A LA SAL
Esta receta tiene una historia en mi vida. ¿No os pasa que habéis escuchado hablar de una comida mucho, pero nunca la habéis probado?. Creo recordar haber oído maravillas sobre la dorada a la sal durante unos 30 años, pero jamás me había dado por cocinarla. La he hecho frita (empanada), pero nunca la he metido al horno. Llamadme rebelde, pero no me sonaba apetecible.
Hace unos días compré un par de doradas y decidí que ya era hora de probar el “plato sublime” del que tanto me han hablado. Tenía toda la desconfianza puesta en este plato. Ni pizca de seguridad me provocaba, que un pescado de sabor tan suave pudiera aguantar la sal sin desaparecer entre la montaña salada.
Entró en el horno, salió y el olor tampoco me apasionaba. Yo como por el olfato, si algo no me llama, es difícil que lo pruebe. Aun así le di una oportunidad y descubrí lo que me he estado perdiendo durante 49 años. INCREÍBLE. ¡Menudo placer para el paladar!. Todo lo que dicen de ella es cierto y más.
Después de contaros la anécdota paso a daros la receta.
Ingredientes
- doradas de 400 gr cada una
- 1 kg de sal gruesa
Como se prepara (2 raciones de 200gr)
Se precalienta el horno a 220º.
Se lava el pescado (no hay que desescamarlo). En una bandeja para horno se pone una cama de sal, y se colocan las doradas. Se cubren con sal hasta que no se vea el pescado y se meten en el horno a 180º durante 30 minutos aproximadamente.
Se retiran del horno y se quita la capa de sal solida que hay sobre el pescado. Se sirve en el plato, con el acompañamiento que se desee. (yo opté por guacamole).
La cantidad de desperdicio entre cabeza, espinas y piel es más o menos la mitad del pescado, aparte de lo que merma por la pérdida de agua. Por tanto de cada dorada quedan unos 200 gr de carne.
calorías ración: 160 cal
Os aconsejo probarlo. Hipocalórico, y rico rico.
¡Disfrutadlo!