Mañana es la operación ¡qué miedo!
Todos los que ya somos operados en algún momento hemos pensado “mañana es la operación ¡qué miedo!
Y no es para menos, porque nos enfrentamos a una operación de cirugía bariátrica muy compleja en la que nos jugamos la vida y nuestra forma de vida.
No se a que le tenemos más miedo, si a los riesgos de la operación en sí o a dejar de hacer todo lo que hemos hecho durante años para minar nuestra salud.
Fuente imagen: Miedo al quirófano
Consejazo de los buenos
Hoy en contra de mi costumbre os pongo el consejo al principio, para que no entréis en pánico.
La operación es como cualquier otra, pero tenemos unos equipos médicos especializados en nuestra situación.
Estamos en las mejores manos y lo que viene después es tan bueno que merece la pena el ratillo de nervios previo a la cirugía.
LA MEJOR DECISIÓN QUE HE TOMADO POR MI SALUD, EN TODA LA VIDA.
Volvería a hacerlo una y mil veces.
Fuente imagen: tunel Kiyotsu
Mañana es la operación ¡qué miedo!
Comer lo que no debemos, dejar de lado el ejercicio y llevar una vida muy poco saludable es la tónica general en nuestras vidas hasta la operación.
El miedo que nos provoca la incógnita sobre si podremos cambiar de vida es importante.
Reconozcamos que es cómodo comer de todo sin preocuparse y disfrutarlo, si no fuera por la repercusión que tiene en nuestros cuerpos.
Mi experiencia personal
En mi caso nunca hubo miedo, soy una inconsciente y jamás sentí temor. Sentía que todo iba a salir de lujo y tenía claro que eso era lo que quería.
Fuente imagen: Como empezar a comer sano
El preoperatorio en nuestra cabeza
De pronto las cosas se van haciendo más reales, las pruebas nos acercan día a día al quirófano.
Todas van saliendo según lo esperado, solo falta la entrevista con psicología y empiezas a tener miedo.
Miedo por si te dicen que no, por lo que te van a preguntar, pero en el fondo de muchos también hay miedo porque sabemos que es el preludio de la operación.
Mi experiencia personal
Desde el primer instante me dejaron claro todas las cosas negativas que podrían ocurrirme tras la operación.
Mi médico me preguntó después de explicármelo todo si quería operarme y le dije: “Sí, necesito ayuda, yo sola no puedo controlar mi problema con la comida”.
Ni me lo pensé era lo que llevaba años buscando.
Fuente imagen: Psicólogo
La dieta preoperatoria
Ahí sentimos como saltan todas las alarmas. La cosa ya es segura. Ya no esperamos que algún resultado nos haga desistir.
La operación es un hecho y estamos a punto de atravesar el umbral hacia el otro lado. El de la vida saludable.
Empezamos a buscar consejo en los que ya se han operado, en las redes, escuchamos videos, leemos y todo lo que haga falta para saber lo que nos espera.
Por desgracia eso es algo que varía de unos a otros y nadie está en posesión de la verdad absoluta.
Mi experiencia personal
Nunca pregunté nada sobre la operación salvo al equipo médico que me atendió desde el primer momento.
Fueron dos años de preparación para la operación y jamás me provocó curiosidad, me sobraba con lo que me contaron mis médicos.
Fuente imagen: Eventos
Los batidos de proteínas
Salimos de la consulta ( los que tenemos la suerte de que en nuestro seguro médico estén contenidos los batidos) con no se cuantas cajas de sabores.
El miedo es más patente porque ya lo tenemos al lado. Pero llegamos a casa eufóricos, porque ya tenemos “los batidos”.
Es la entrada para el partido más importante de la temporada… hasta que los pruebas. PUAG que cosa más desagradable ( por lo menos para mí).
Mi experiencia personal
Soy intolerante a los batidos de proteína, entraban y salían a la misma velocidad por lo que mi dieta fue una de 700 calorías para desinflamar el hígado.
El día antes de la operación, me la salté porque pensé que era la última vez en mi vida que iba a tomar bebidas con gas.
Dicho y hecho, 10 años más tarde no he vuelto a beber una gaseosa.
Fuente imagen: Batidos proteinas
La víspera
Aun así vas aguantando los días de la dieta preoperatoria y de pronto es el día previo a la operación.
Llegas al hospital – en mi provincia el protocolo exige que se ingrese la noche antes – te dan las medias de compresión, te pesan en la cama y te dan tu bata de hospital.
Las enfermeras te dan un calmante por la noche “para que duermas”. ¿¿¿DORMIRRRRR??? Pero como voy a dormir con la operación al lado ZZZ….
Mi experiencia personal
Llegué al hospital feliz, nada de nervios, loca por entrar en quirófano (os he comentado alguna vez que soy una inconsciente XD )
Disfruté del proceso y solo quería que llegara el momento de operarme.
Fuente imagen: Dormir como un tronco
El día X
El calmante era potente y de pronto es la mañana de la operación, te ponen la vía te explican el orden en el que estás para quirófano y empiezan las horas más largas de la vida.
Luego entras lleno de miedo al quirófano y cuando te das cuenta estás en la planta de rehabilitación esperando a tirar la anestesia rodeado de personal super profesional.
Han sido unas horas complicadas porque tirar la anestesia de varias horas de operación es incómodo, pero nada comparado con lo que te esperabas.
Mi experiencia personal
Me metí en quirófano bromeando con el equipo médico y me desperté con la molesta sensación de que necesitaba vomitar.
Pasé muchas horas así porque me cuesta mucho eliminar la anestesia pero gracias a que estaban las enfermeras atendiendo todas mis necesidades, la experiencia quedó como un día incómodo en mi memoria. Pero nada terrible.
Fuente imagen: Post operatorio
El día después
Y al día siguiente la prueba del tránsito. Te suben a planta, pasan a visitarte el cirujano y los médicos, enfermeras y tu familia.
Y ya has dado el paso y esta es tu nueva vida. Ya está, pensabas que iba a ser terrible pero estás en planta paseando con tu suero y tarándote unos pedos enormes… (hay que eliminar el gas de la operación).
Molestias en los costados por el gas y a algunos les dan dolores en las heridas (cosa que no entiendo porque vamos hasta el copete de calmantes).
Mi experiencia personal
Ni un dolor, ni una molestia por los gases, la recuperación fue increíble. En cuanto me dejaron levantarme empecé a recorrer toda la planta del hospital.
Eso si lo de eliminar gases fue algo interesante, por suerte las enfermeras nos dijeron que era normal y que no nos diese vergüenza (a todos los de mi grupo de cirugía, en el preoperatorio).
Fuente imagen: Como eliminar los gases
El reencuentro con la comida
Según subes de recuperación piensas que nada ha cambiado hasta que te traen los primeros líquidos y descubres que no te cabe casi nada.
Es es un momento importante, porque es cuando tomas conciencia de tu nueva realidad.
Y a partir de ese momento es cosa tuya como tomes la recuperación y si decides tomar el camino recto o seguir comiendo como antes y fracasar en tu esfuerzo.
Mi experiencia personal
Me hizo tan feliz descubrir que no me cabía la comida que no podía pensar en otra cosa.
Me adapté genial a todo menos a la proteína, que como antes de la operación fue un problema.
Pero lo arreglé con un cambio en la dieta para meter más proteínas.
Fuente imagen: Consejos para comer saludable
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Fuente imagen portada: Xác chết’ bật dậy trước khi bị mổ khám nghiệm