5 CONSEJOS PARA BAJAR LAS CALORÍAS DIARIAS Y OTRAS COSAS
Nos obsesionamos por el peso de los alimentos y por la cantidad que comemos, pero no nos paramos en la mayor parte de las ocasiones nos olvidamos de controlar las calorías de los alimentos procesados. Resulta irónico que personas con tantas obsesiones relacionadas con la comida, seamos capaces de ignorar una herramienta tan importante para nosotros. Otro de nuestros problemas es que controlamos sólo lo que nos interesa. Se nos olvida que el alcohol y las bebidas gaseosas deben desaparecer de la ecuación cuando entra en nuestras vidas la comida saludable.
Nuestros problemas nutricionales también tienen que ver la relación con las emociones. Nos cuesta mucho equilibrarnos, mantener nuestro estado de animo dentro de la normalidad. Eso conlleva un problema para controlar la adrenalina y la hormona del apetito.
- Mira las calorías de los productos que compras. No tenemos la costumbre de ver el aporte calórico de lo que comemos y ya os digo que cuando empiezas a leer las calorías se te quitan las ganas de comprar muchas de las cosas que tendemos a comprar. Además podemos elegir entre dos productos similares el menos calórico. Yo descubrí, entre otras cosas, que los cereales normales (tipo cornflakes) son igual de calóricos, e incluso menos que muchos de los que venden sin azúcar. Es una buena manera de hacernos idea del consumo total de calorías en el día.
- Evita las bebidas con gas. Las bebidas tradicionales con gas tienen cantidades ingentes de azúcar y no aportan nada al organismo. El gas hincha el estómago y muchas de ellas pueden ser irritantes para el sistema digestivo. Son un producto que podemos perfectamente sustituir por agua y no nos benefician en nada. Por tanto eliminarlas de la dieta solo nos aporta beneficios.
- Evita el alcohol. El alcohol, aun tomado con moderación es muy calórico. No digo, con esto, que no podamos tomar una copa de vino de vez en cuando o un vaso de sidra, pero dentro de los buenos hábitos alimenticios, las bebidas alcohólicas deben quedar descartadas. Es lo que los médicos llaman calorías vacías. No tienen ningún valor nutricional. Podemos dejarlo para ocasiones especiales, pero un solo vaso de vino tiene calorías suficientes como para desequilibrar nuestra dieta (160 cal un vaso de 250ml).
- Relájate, el estrés engorda. El estrés disminuye la velocidad de nuestras digestiones por lo que se pueden absorber mayor cantidad de calorías, además cuando estamos estresados, aumenta la secreción de adrenalina y con ello también aumenta la cantidad de cortisol en sangre que es la hormona que nos hace tener apetito. Si estamos estresados comemos más y tardamos más en digerir la comida. La relajación es el mejor método para disminuir el estrés. Si haces técnicas de relajación o ejercicios de cuerpo y mente (yoga, pilates, taichi) lograrás mantener a ralla la ansiedad y el estrés y como consecuencia el apetito será menor y las digestiones se levarán a cabo a la velocidad adecuada.
- Quiérete mucho. Cometemos el error supremo de no querernos si no estamos de acuerdo con nuestra imagen. El primer paso para realizar correctamente un cambio a una vida saludable es aceptarse. La vida es corta, tenemos que disfrutarla y no podemos ser “nuestros peores jueces” nadie dice que tengamos que ser perfectos, solo tenemos que aceptarnos y querernos. es un trabajo continuo que debemos llevar a cabo cada día. Mirarnos al espejo y repetir como un mantra que somos geniales, que no necesitamos la aceptación de nadie, porque NOSOTROS LO VALEMOS.
NO TE SIENTAS MAL CUANDO UN DÍA CAES EN LA TENTACIÓN, SÓLO VUELVE AL CAMINO SALUDABLE