TÉCNICAS PARA REDUCIR EL ESTRÉS
¿Sabéis que el estrés engorda? ya lo he comentado en otros posts y es absolutamente cierto, el estrés genera una alteración en nuestras hormonas que hace aumentar el apetito. Es todo una artimaña ancestral de nuestros cuerpos, que cuando se estresan asumen que están en peligro. La adrenalina sube y con ella también aumenta la hormona del apetito, para que tengamos energía suficiente para enfrentarnos a la situación. Ahora eso parece una tontería si no eres un militar en zona de guerra, pero hace siglos, cuando el hombre vivía en cavernas y peleaba con animales mucho mas grandes y fuertes que él, era vital. Era el único método para sobrevivir. Hoy, en una vida mucho menos peligrosa, nos ha quedado esa alteración metabólica ante el estrés que nos hace comer más cantidad cuando estamos nerviosos.
Debemos buscar formas de disminuir los niveles de estrés si queremos controlar nuestra relación con la comida. Hay técnicas supercomplicadas, pero algunas muy sencillas, se pueden hacer en casa, de manera regular para controlar los nervios que nos tienen descontrolados.
Donde y cuando hacer las técnicas de relajación
Es muy importante realizar estos ejercicios en un lugar relajado con ropa cómoda y con poco ruido. El momento más adecuado será recién levantarnos o cuando nos vayamos a dormir. Básicamente porque son los instantes en los que nos sentimos más tranquilos y nos será menos difícil llegar a un estado de relajación profundo.
Técnicas de relajación
Respiración profunda: nos tumbamos en un sitio plano (una esterilla o la cama pero sin almohada), o nos sentamos con la espalda recta; dejamos los músculos del cuerpo sin tensión, de manera que los pies se desplacen hacia los lados y ponemos una mano en el abdomen y otra en el pecho. La respiración será nariz-nariz, como la que se realiza en yoga. Tenemos que prestar atención solamente a nuestra respiración, tomamos aire profundamente, contando 3 despacio y nos fijamos de que el vientre se levante más que el pecho. Es una respiración diafragmática que nos permite oxigenarnos más. Soltamos el aire contando hasta 5. debemos notar que el vientre se va hundiendo, como si el ombligo se acercase a la columna.
La respiración profunda es un acto consciente que nos hace prestar atención solo al hecho de respirar. Debemos realizar este ejercicio por lo menos 3 minutos, contando para inhalar y exhalar el aire. Es un momento en el que desconectamos del exterior para preocuparnos solamente de como el aire entra por la nariz, llega a los pulmones, ensancha el vientre y luego sale del vientre, vaciando por último los pulmones.
Meditación: Tras haber aprendido como debemos respirar para empezar a relajarnos, realizaremos el mismo ejercicio respiratorio, con las manos extendidas a lo largo del cuerpo y las palmas hacia arriba. Dibujaremos una imagen relajante en nuestra mente y nos veremos en esa imagen relajados y felices. El uso de música relajante puede ayudarnos a meditar. Si nos es muy difícil imaginarnos en un entorno relajado ( un prado lleno de hierba por ejemplo) podemos respirar repitiendo mentalmente, cada vez que cojamos aire, la frase ” me relajo”. Yo soy más partidaria de la otra opción. Podemos dedicar 5 minutos a este ejercicio de meditación que nos dejará una sensación de bienestar profundo. Cuando sintamos que estamos en paz iremos dejando desvanecerse la imagen, para volver a prestar atención a nuestra respiración.
Relajación rápida: A lo largo del día, cuando notemos que estamos tensos, tomaremos como referencia un objeto de nuestro entorno o crearemos una imagen mental como la del ejercicio de meditación y haremos 3 o 4 respiraciones profundas para relajarnos, prestando atención a la respiración como en los ejercicios anteriores. Esta técnica se puede realizar varias veces al día, si notamos que nuestro nivel de estrés va aumentando.
Relajación muscular progresiva de Jacobson: Es una técnica que toma algo más de tiempo, por lo que aconsejo hacerla antes de ir a dormir, para encarar el descanso relajados y poder realizarla sin prisas. Tendido en la cama o en el suelo, nos relajamos, respiramos profundamente por la nariz y después de un par de minutos, empezamos a prestar atención a cada parte de nuestro cuerpo,desde los pies, vamos centrándonos en los dedos y el pie derecho, lo mismo con el izquierdo, pasamos a las piernas, derecha e izquierda, subimos hasta el vientre, las caderas y el tronco. los brazos desde las manos a los hombros uno a uno y por fin el cuello, la cabeza y la cara. Cuando acabemos el proceso realizaremos nuevamente otro par de minutos de respiración profunda para finalizar abriendo los ojos, relajados y mucho más felices.
Las técnicas de relajación no solo nos hace estás menos estresados, mejoran nuestra salud y nos hace ver las cosas de manera diferente. Nadie es capaz de enfrentar la tensión diaria sin que le afecte. Cuanto mayor relax más fácil es encontrar la solución a nuestros problemas del día a día.
SI LA VIDA APRIETA, RELÁJATE Y DISFRUTA