¿Qué fue antes la obesidad o la depresión?
Hoy hablamos de una duda que creo que todos tenemos ¿Qué fue antes la obesidad o la depresión?
Pues en mi opinión eso depende de cada persona. Lo digo no solo por una apreciación personal sino porque los médicos dicen que así puede ser.
Hay personas cuyo sobrepeso les lleva a la depresión y otras (como en mi caso) que la depresión les hace descuidar la alimentación y engordar.
Fuente imagen: La depresión y la obesidad
¿Qué fue antes la obesidad o la depresión?
Se ha demostrado en diversos estudios médicos que la obesidad y la depresión tienen una relación directa y que este problema puede afectarnos incluso después de operados.
Y esto ocurre porque nos operan del estómago pero no del cerebro y en la mayor parte de los casos los obesos sufrimos depresión.
Y es que no solo somos obesos, tenemos problemas emocionales, conductuales y sociales. Ser grueso implica rechazo social y falta de aceptación.
Depresión por obesidad
En una gran cantidad de casos la obesidad es el generador de nuestros problemas emocionales y hay estudios que la cifra de mujeres obesas con depresión casi duplica a las mujeres delgadas con depresión.
No todos somos capaces de aceptar la obesidad con toda la tranquilidad del mundo yo por lo menos no lo soy y por lo que dicen las estadísticas no soy la única.
Las personas obesas se encuentran mal consigo mismas y con su entorno, porque no se sienten aceptados, en gran medida por sus complejos y en otra parte porque la gente no nos mira igual que a los “normales”.
Obesidad por depresión
Malo es deprimirse por estar obeso, pero igualmente malo es ser obeso porque estás deprimido.
No solo te sientes fatal porque la depresión te arrastra hacia una situación insostenible a nivel emocional sino que te haces cisco a nivel físico.
Puedes comer por tristeza, para lograr sensación de placer instantáneo o como es mi caso por el simple hecho de autodestruirte.
Desordenes alimentarios
La mayoría de los desordenes alimentarios no metabólicos tienen una relación directa con problemas emocionales. Por desgracia van de la mano.
Y cuando tenemos depresión comemos, generándonos obesidad, o dejamos de comer absolutamente y acabamos con anorexia.
El caso es que no nos ayuda para nada la inestabilidad emocional y que esta solo se agrava a causa de nuestros problemas con la comida.
La única solución pasa por ponerse en manos de profesionales y apoyarnos en sus conocimientos para salir de este gran foso que es la depresión y la obesidad.
Fuente imágenes: freepick
Fuente imagen de portada: Relación obesidad y estados depresivos
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