Si me salto la dieta ¿me subo a la báscula?
Estaba pensando, si me salto la dieta ¿subo a la báscula?, y mi respuesta definitivamente es SÍ.
Lo primero que he de decir es que no acepto el concepto dieta, pero en el título no puedo poner 260 palabras.
En segundo lugar a lo que me refiero es a que cuando me pongo una meta y no hago lo que me he propuesto hacer, aun así me pongo sobre la báscula.
Fuente imagen: castigo
Si me salto la dieta ¿me subo a la báscula?
Entre los problemas que más habitualmente tenemos es no llevar bien el fracaso y tener graves problemas para aceptar nuestros errores.
Cuando nos enfrentamos a nuestras debilidades seguimos escondiendo la cabeza bajo tierra para no aceptar la realidad.
Somos expertos “evitadores” de responsabilidades ( en la mayoría de los casos) y de culpas cuando nos metemos en camisa de once varas.
Fuente imagen: avestruz
La perfección no existe
Perdonadme por generalizar, pero se nos da de lujo buscar la perfección, aun cuando la perfección no existe.
Y nos frustramos y la frustración nos hace caer en viejos malos hábitos, lo que desemboca en una sensación profunda de fracaso.
Somos malos gestores del fracaso, por lo que volvemos a meternos en la vorágine descendente de la ansiedad y la depresión.
Somos (muchos de nosotros) unos profesionales del “victimismo oculto”, en el que nos revolcamos en nuestro dolor, pero nadie lo nota.
Porque tampoco tenemos permitido sentir dolor, ni tristeza y mucho menos hacerlo público.
Fuente imagen: perfeccionismo
Enfrentar la realidad duele
Pero lo que no hacemos, ni que nos maten es encarar la realidad, es asumir que somos humanos, que la perfección no existe y que fallar no significa ser un fracasado.
Y es que permitimos fallar a todo el mundo y les perdonamos, pero a nosotros no, eso es harina de otro costal ¿verdad?.
Pues realmente es un asco ser tan benévolos con todo el mundo menos con nosotros mismos.
Fuente imagen: Miedo a engordar
Justicia por montera, que ya va siendo hora
Quiero que entendáis que no estoy criticando, que estoy gritando a los cuatro vientos que nosotros también somos humanos.
Tenemos derecho a llorar, a caer y fracasar y volver a levantarnos y nadie tiene porque juzgar esas caídas.
Y nosotros menos que nadie, porque somos el peor juez y el más cruel verdugo de nuestra autoestima.
Fuente imagen: No he bajado de peso
¡Qué somos buena gentecilla! no lo olvidemos y nos merecemos una palmada en la espalda y un ” no pasa nada mañana lo lograras”.
Pero ¡leche! es que no permitimos a nadie que sepa lo que sufrimos y si no nos abrimos me da que no vamos a lograr salir del fango.
Seamos justos y dejémonos querer y no nos juzguemos tan duramente que perdonar es genial, pero no solo a los de fuera, también a nosotros mismos.
Fuente imagen: juez implacable
Confesiones con nocturnidad y alevosía
Estoy en una de mis peores etapas personales, mi cuerpo se degenera y no puedo hacer deporte, no es mi mejor momento.
No como como debo en muchas ocasiones y lo se y ya estoy hasta el moño de juzgarme así que ahora me perdono e intento recuperar el ritmo.
Yo, sí, la que aconseja como cuidarse también tengo caídas y si cojo peso y tengo que ir al endocrino iré y le diré porque lo he cogido.
Fuente imagen: prevenir un aumento de peso
Y le diré que lo intento cada día pero que me está costando, porque con esconderme y no ir no gano nada. Quizá entre los dos logremos lo que yo sola no logro.
¿Pensáis que es fácil? pues no lo es, pero es más difícil seguir soportando los latigazos de castigo cada día de mi vida por ser yo misma y ser humana.
Yo no se si vosotros me veréis como una fracasada, pero eso no importa, yo me veo como una guerrera y a veces perdemos batallas, pero nadie dijo nada de perder la guerra.
Eso sí, con una ayudita es muchísimo más fácil.
Fuente imagen: guerreros
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Fuente imagen portada:no subir a la báscula